jueves, 28 de febrero de 2013

Soledad

Vuelves de nuevo al mismo camino que, una y otra vez, recorres como un fantasma que sigue una luz cegadora, mientras te dices a ti misma que tal vez, sólo tal vez, esta vez será distinto. vuelves a repetir los mismos errores sin pensar a los que dejas a un lado, olvidando quien está realmente junto a ti, quien te apoya cuando lo necesitas...Tal vez lo haces porque sabes que, aunque te equivoques allí seguirán esperando, comprendiendo, sosteniendo, porque ellos también quieren creer en ti. Quieren creer que solamente eres una persona que se equivoca una y otra vez porque siempre antepone lo correcto a sus sentimientos y esperan que abras lo ojos algún día, aunque tal vez, y solo tal vez, sean ellos quienes los abran y se den cuenta de su error

Sólo una mujer...

Mírame a los ojos y dime lo que ves. Profundiza más allá de un reflejo. Soy lo que soy,  una mujer, que siente, sufre, ama... Que esconde su rostro cansada de que sea solo eso lo que veas. Hay más dentro de mi que lo que ves a simple vista, pero para ti no es importante. Mira dentro y a través y te sorprenderás. Soy fuerte, valiente, luchadora. Renazco de mis cenizas cual ave fénix una y otra vez. Aunque me tumben siempre me levanto porque la belleza que tengo reside en mi interior, en mi alma y solo aquellos que comparten mi forma de ver la belleza pueden verlo. Mírame por lo que soy no por lo que aparento.

martes, 19 de febrero de 2013

Extracto de La Marca de Horus

Ya había estado aquí pero entonces no fue capaz de reconocer la sensación que ahora recorría todo su cuerpo. Caminó despacio hacia las cortinas que cubrían la salida a la terraza con pasos vacilantes. ¿Era miedo lo que sentía su corazón? Si, estaba casi segura de que eso era pero ¿miedo a qué? ¿A lo desconocido? ¿A lo acontecido en los últimos días? ¿A descubrir que allí se sentía como en casa? Otro paso la llevó más cerca aún de esa puerta que la atraía irremediablemente, gritándole que la cruzara. Era extraño ¿debía aventurarse y mirar más allá?
Una sensación de bienestar inundaba su mente con cada paso que daba pero el miedo también se hacía eco oprimiendo más fuerte su corazón. Sabía con una certeza que la abrumaba que allí se encontraban las respuestas a todas sus preguntas. A todas esas dudas que surgían en su mente desde que era niña.

Siempre la acompañó un sentimiento de no encajar en ningún sitio, de no pertenecer a ese lugar al que llamaba hogar. Si era totalmente sincera, una fuerza poderosa le empujaba hacía algo sin saber muy bien que.

Sola


Sola, desnuda ante ti con solo el manto de la noche que me acoge como un suave manto de estrellas. Sola con mis miedos, mis dudas, con mis sueños y mis fracasos.
La oscuridad se cierne a mi alrededor mientras la inmensa luna se alza triunfante como el faro que guía a los barcos en sus travesías evitando el peligro. Ella me entiende, sabe lo que siento, lo que anhelo. La miro, silenciosa me sonríe y tiende su mano hacia mi, me insta a perseguir mis sueños, esos sueños que me devuelven las ganas de seguir adelante, por sin la noche no habría sueños y sin los sueños...no estarías tú.

lunes, 4 de febrero de 2013

Pensamientos II



Siempre que estoy triste cierro los ojos y me traslado hasta ti. Veo tus calles, la gente caminando para acercarse al río a lavar la ropa o pescar. A los campesinos arando la tierra mientras una litera con esclavos transporta a un alto dignatario que se dirige a palacio. Puedo sentir el olor a incienso que inunda el ambiente. Y cuando lo hago, cuando cierro los ojos y te veo...me siento en casa. Muchas veces me pregunto si no nací en el lugar y la época equivocados porque siempre, pase lo que pase, regreso a ti. Y ahora, en estos momentos, daría lo que fuera por perderme en el templo y contemplar las hermosas estrellas de la noche. Pero pronto, muy pronto, volveré, porque tú estás en mi y yo estoy en ti.