miércoles, 27 de junio de 2012

El Secreto del Papiro Capítulo 5 parte I



-¿Estás seguro de ello?- preguntó una voz al otro lado del teléfono móvil.
-Si señor. Hemos comprobado la información. Embarcó en el vuelo con destino a Londres, lo que no sabemos es si tiene el manuscrito en su poder, pero sospechamos que sí ante su repentina y precipitada partida.
-Está bien. Encuéntrala y tráemela.
-¿Viva o muerta señor?
-Viva por su puesto. Necesito comprobar que es lo que sabe antes de deshacernos de ella y recuperar el dichoso manuscrito. Muerta, por ahora, no nos serviría de nada.
-Muy bien, partimos inmediatamente. Creo que se dónde puede encontrarse.
Tras sus palabras el otro lado de la línea se quedó en silencio. La llamada había terminado, era hora de realizar el trabajo.
Comprobaron el horario del próximo vuelo con destino a la capital inglesa y se acercaron al mostrador de la compañía para sacar los billetes. En unas horas estarían en el viejo continente.

martes, 26 de junio de 2012

El Secreto del Papiro capítulo 4 parte II


Jack se levantó de la silla y comenzó a caminar por la habitación. Un acceso de ira subía lentamente hacia su garganta y no sabía si reír o gritar. Sin poder contenerse más estampó el cenicero de la mesa del profesor contra la pared.
-¡Cálmate Jack!- gritó Silvia- así no conseguiremos nada y ya estoy bastante agobiada con todo esto.
-Lo siento. Sólo se me ocurre una cosa en estos momentos. Si destruyes el manuscrito te matarán inmediatamente, encambio si por ahora, y sólo digo por ahora, lo mantienes, tendremos una baza con la que jugar.
-Tal vez- respondió el profesor Adam- pero de lo que si estoy seguro es que debes marchar cuanto antes.
-¿Marcharme?- respondió ella ante sus palabras.

El Secreto del Papiro Capítulo 4 Parte I


Tras la sesión fotográfica decidieron cenar en el hotel de Silvia.

-¿Por qué te fuiste?- era la pregunta que había estado rondando en su cabeza desde el momento que se encontró con él en el pasillo de la universidad.
-Silvia, te di la oportunidad de que me acompañaras, pero no quisiste. Tal vez sería yo el que debería preguntarte ¿por qué me dejaste marchar?
-Tú y siempre tú. Ese fue el problema Jack. Nunca pensaste en lo que yo quería. Para ti solo existía lo que Jack quería o deseaba.
-Eso no es cierto.
-Si lo es. Sabías cuales eran mis sueños y nunca me apoyaste ¿Tan malo hubiese sido quedarte conmigo? ¿Echar raíces por una vez en tu vida y vivir sencillamente?- los ojos de Silvia se llenaron de lágrimas.
-No es tan fácil y lo sabes. Yo también tenía mis sueños. Fénix me asfixiaba. No era suficiente para mi y lo sabes. No podía soportarlo, pero te juro una cosa, habría dado mi vida porque tú me acompañaras.

La marca de Horus Capítulo 3 parte III


El timbre de la puerta sonó por tercera vez. Alex se había quedado dormida en el sofá con la televisión puesta más de lo que ella pensaba. Se desperezó y se levantó dispuesta a abrir.-¡Ya voy, ya voy!-gritó ante la insistencia de la persona que estaba al otro lado.
Abrió todavía medio dormida.
-Ya era hora- dijo Patty mientras apartaba a su amiga de la puerta para entrar- ¿todavía estás así?-Alex se miró sin saber a que se refería su amiga-Venga a la ducha sin demora que después tendré que ponerme con tu pelo y tu maquillaje.
-Tranquila, sólo son las-miró el reloj desconcertada-¿seis?
-Si las seis. Te volviste a quedar dormida en el sofá eh.
-Si pero no pasa nada, hay tiempo de sobra, he quedado a las diez- contestó mientras cogía una toalla limpia del armario y se dirigía a la ducha antes de que a su amiga le entrase un ataque de histeria.
-Se pasarán más rápido de lo que imaginas, así que mientras te duchas iré escogiendo la ropa para que luego podamos decidir que te pones.

jueves, 21 de junio de 2012

La Marca de Horus (Capítulo 3 parte II)


Esa mañana Alex no tuvo ninguna prisa en levantarse. La noche anterior llegó a casa más tarde de lo que pensaba así que apagó el despertador cuando sonó la alarma y siguió durmiendo un rato más. El teléfono móvil empezó a emitir una repetitiva melodía despertándola de un apacible sueño.
-¿Si?-preguntó medio dormida mientras miraba el reloj de la mesilla.
-¿Todavía estás durmiendo?-preguntó una dulce voz al otro lado de la línea- Ya son las once de la mañana.
-Patty anoche nos acostamos tarde, ¿qué más da a que hora me levante hoy?
-¿¡Cómo que qué más da?! Esta noche es tu cita y tienes que estar estupenda así que me pasaré luego por tu casa para echarte una mano.
Alex se llevó las manos a la cabeza, sólo iba a salir a cenar con un hombre; bueno un fuerte, apuesto y sexy hombre, pero no era para que sus amigas montaran todo un espectáculo por esto.

-Está bien. Si te hace ilusión-dijo con voz cansada- Te veré aquí a las seis ¿te parece bien?
-Perfecto. Allí estaré.

Se desperezó y se levantó de la cama dispuesta a darse una ducha. Hoy pensaba pasar el día en casa tranquilamente hasta la hora de arreglarse para su cena.
Mientras se dirigía al cuarto de baño se dio cuenta que esa noche había dormido sin la extraña pesadilla que últimamente regresaba a sus sueños. Se encontraba más descansada que nunca y eso le dio ánimo para salir a correr un rato.

La Marca de Horus (Capítulo 3 parte I)


Un hombre moreno de metro ochenta de estatura y no más de cuarenta años, paseaba por la inmensa sala sin poder estar quieto. Vestía un pantalón de cuero negro ajustado que marcaba su cintura y acentuaba más su desnudo y ancho torso. Su cuerpo atlético dejaba al descubierto su presencia en la batalla. Un tatuaje de un pequeño tornado descansaba sobre su pectoral izquierdo. Su melena negra como el azabache caía sin llegar a tocas sus fuertes hombros. Set esperaba ansioso noticias frescas. Había perdido la pista de su sobrino hacía unas semanas, algo que le resultaba realmente extraño.


Por fin Apofis hizo acto de presencia. Era más bajo que su líder, pero podía perfectamente competir en masculinidad. Sus ojos azules como el océano te atrapaban en su frío corazón. Una pequeña cicatriz cruzaba su hombro izquierdo, recuerdo de un enfrentamiento con Anubis en el pasado. Llevaba el pelo corto y vestía todo de negro. Se acercó a la puerta de la sala y entró sin llamar. Ya sabía que le estaba esperando. Su señor empezaba a impacientarse y todos sabían de su ira cuando no conseguía sus propósitos.

-Mi señor- dijo su siervo cuando entró en la gran sala e hincó la rodilla en el suelo en señal de respeto.
-Levántate. Hace rato que espero tu informe. ¿Has dado con él?
-Si mi señor- contestó

La Marca de Horus (Capítulo 2 parte III)


Después de fulminar todas las existencias de helado de chocolate por lo que Annie y Alex se ofrecieron voluntarias para acercarse a la tienda ubicada al otro lado de la calle.

-No hay nada peor que una fiesta de pijamas sin extra de chocolate chicas- comentó Nancy al comprobar que Lucy paladeaba la última cucharada del helado. No tenían más remedio que salir a por unas cuantas tarrinas si no querían que la fiesta se viniese abajo.

La Marca de Horus (Capítulo 2 parte II)


Las calles se encontraban atestadas de gente paseando a esas horas de la noche. El sol había caído y la temperatura, a pesar de que seguía siendo alta, era más soportable.
Rick y Silver habían aparcado junto al parque que estaba ubicado al final de la calle de la casa de Amanda. Desde allí podían divisar sin problema el pequeño adosado en el que Alex se encontraba esa noche.

-¿Cómo vas a hacer para llegar hasta ella Rick?- preguntó su compañero mientras se encendía un cigarrillo.
-Que estúpida manía has cogido ahora con el tabaco.
-La verdad que he encontrado una pequeña fuente de placer y como no puede hacerme ningún daño. Ya sabes que siempre estoy recopilando información- respondió su amigo mientras le daba una profunda calada a su cigarrillo y miraba a Rick con cara de autosuficiencia- Sigo esperando tu respuesta- terminó de decir mientras expulsaba el humo con gran deleite.
-La verdad que no se- contestó a la pregunta de su amigo- Estoy confuso
-¿El gran Rick confuso? Eso si que es una novedad- dijo mientras soltaba un par de carcajadas ante la atónita mirada de su amigo.
-No te pases o tendré que matarte- contestó con cara de pocos amigos.
-Vamos Rick. No todos tenemos la suerte de poder encontrar a nuestra compañera. Deja que al menos disfrute un poco con tu nuevo sentimiento.

La Marca de Horus (Capítulo 2 parte I)


Rick llegó a su apartamento con una gran sonrisa en los labios. No le gustaban nada los sitios cerrados y llenos de gente, pero necesitaba verla, sentirla cerca aunque sólo fuese un momento. El simple roce de su mano le había producido una descarga de mil voltios por todo el cuerpo. Estaba convencido, después de tanto tiempo por fin la había encontrado.


Sabía que no podía bajar la guardia y menos en esos momentos en que se avecinaba una dura y terrible lucha, pero no estaba dispuesto a perder y menos ahora. La noche sería larga. Había escuchado a hurtadillas la conversación que habían mantenido ella y su amiga, por lo que durante su guardia aprovecharía para pasarse por allí y vigilar que todo estaba bien. Sabía que pronto tendría que descubrirse, pero tenía miedo de ese momento. ¿Sería capaz de convencerla para que se quedase a su lado? Descartó sus dudas y cogió el teléfono del bolsillo del pantalón. Tenía que avisar de su paradero a Silver y los demás antes de que pensasen lo peor.

La Marca de Horus (Capítulo 1 parte II)


Ambas amigas rompieron en carcajadas. Pagaron la cuenta y emprendieron el camino de las tiendas. Era hora de dedicarse a las compras, para eso estaban allí.

Alex esperaba en la puerta de una tienda para bebés mientras su amiga decidía cual de los distintos trajecitos se llevaría. Absorta con su teléfono móvil no vio venir al hombre que, sin darse cuenta, chocó con ella junto al escaparate.

-Disculpe- le dijo una voz suave y varonil como salida del más allá.
-No se preocupe. No ha sido nada- contestó Alex mientras recogía el móvil del suelo y levantaba la cabeza para mirar al hombre que le tendía una mano. Unos ojos verde oscuro la miraban intensamente y tras ayudarla a levantarse, una blanca y espectacular sonrisa se escapó de sus labios antes de seguir su camino.

Alex se quedó sin aliento. Esos ojos la habían impactado de tal forma que no podía estar equivocada. Eran los ojos que veía en su sueño, estaba completamente segura de ello.
Pero eso no podía ser. Pensó que el calor la estaba empezando a afectar y desechó esa ridícula idea.

La Marca de Horus (Capítulo 1 parte I)



Alex se despertó en el silencio de la noche. Miró a su alrededor desconcertada hasta que consiguió orientarse de nuevo en la oscuridad. Buscó a tientas el interruptor de su lamparita de noche y, tras encender la luz, consiguió calmarse lentamente.

Era la quinta vez en esta semana que tenía el mismo sueño, y aunque cuando despertaba no conseguía recordar todos los detalles, siempre abría los ojos angustiada y desubicada, como esperando aparecer en otro sitio que no fuese su cuarto. Al principio no le había dado importancia, pero en el último mes se había convertido en un sueño habitual y empezaba a preocuparse.

Bebió un poco de agua de la botella que tenía en la mesilla e intentó volver a conciliar el sueño, aunque sabía que sería difícil dormir de nuevo. El calor se había vuelto sofocante desde hacía varios días. El verano se esperaba seco y caluroso, más caluroso de lo habitual.

Una suave brisa se coló por la ventana de su apartamento refrescando un poco la alta temperatura del cuarto. Alex se relajó en la cama quedándose poco a poco dormida. Unos ojos verdes vigilaban su descanso.

Los Protagonistas de "La Marca de Horus"

RICK
SILVER
MIN
RAF