lunes, 4 de febrero de 2013

Pensamientos II



Siempre que estoy triste cierro los ojos y me traslado hasta ti. Veo tus calles, la gente caminando para acercarse al río a lavar la ropa o pescar. A los campesinos arando la tierra mientras una litera con esclavos transporta a un alto dignatario que se dirige a palacio. Puedo sentir el olor a incienso que inunda el ambiente. Y cuando lo hago, cuando cierro los ojos y te veo...me siento en casa. Muchas veces me pregunto si no nací en el lugar y la época equivocados porque siempre, pase lo que pase, regreso a ti. Y ahora, en estos momentos, daría lo que fuera por perderme en el templo y contemplar las hermosas estrellas de la noche. Pero pronto, muy pronto, volveré, porque tú estás en mi y yo estoy en ti.

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