El vuelo fue tranquilo.
Llegaron al aeropuerto de Egipto tal y como estaba previsto. Rick tenía todo
listo para el traslado. Pasarían la noche en un hotel y a la mañana siguiente
cruzarían la frontera hacia Jordania. Eso había sido lo fácil. Lo difícil
vendría a partir de ahora. Encontrar la siguiente pista en Petra sería como
buscar una aguja en un pajar.
-Señorita Cruz. ¿Tiene
alguna pista por dónde o que exactamente tenemos que buscar cuando lleguemos
a nuestro destino?- preguntó Rick mientras cargaba las mochilas en el jeep que
les estaba esperando.
-Puede llamarme Silvia. Y,
sinceramente, no. Espero que el pergamino nos ayude con ese punto. Necesitaría
una conexión a Internet y un plano de la ciudad para poder estudiarlo.
-Ambas cosas corren de mi
cuenta. Y serás Silvia si yo soy Rick. ¿Trato hecho?- contestó mientras volvía
a sonreír con con picardía.
-Trato hecho- contestó ella devolviendo una sonrisa tímida a su vez.
A Jack no le gustaba nada el
jueguecito que su compañero se traía entre manos. Tendría que hablar con él más
tarde y dejar las cosas claras.
-Por cierto- interrumpió
Rick sus pensamientos- como sólo es una noche, no he querido que Silvia
estuviese expuesta de ninguna forma. Dormiremos los tres en la misma
habitación- soltó mientras dirigía su mirada a Jack que ya estaba dispuesto a
rebatir esa decisión.
-No creo que sea lo más
oportuno- contestó él a su vez.
-Está bien Jack. No te
preocupes. No pasa nada. Además no creo que pueda pegar ojo esta noche. Tenemos
mucho trabajo por delante y quiero conectarme a Internet lo antes posible.
Rick amplió todavía más, si
eso era posible, su sonrisa lobuna mientras dirigía la mirada a su posible
complicación. Estaba claro que su nuevo compañero tenía otros planes que él se
había encargado de estropear.
Salieron del recinto
aeroportuario dirección nordeste hacia El-Salam. Tenían dos horas de camino por
delante hasta llegar al alojamiento que Rick había organizado para pasar la
noche.
La carretera bordeaba la
reserva natural de Santa Catalina, en la península del Sinaí.
-¿Has estado alguna vez en
Egipto Silvia?- preguntó Rick mientras conducía el jeep.
-Si. Una vez. Pero no en
esta zona- respondió ella.
-Pues está usted pasando
junto al parque natural que contiene los picos más altos de este país, así como
algunas de las formaciones de roca más antiguas del mundo- prosiguió
explicándole al ver el interés que ella mostraba.
Jack, que viajaba en la
parte trasera del automóvil, empezaba a revolverse de manera incómoda. No le
gustaba nada la forma en que el amigo del profesor miraba a Silvia.
-Ya hemos llegado- anunció
Rick- mañana a primera hora cogeremos el ferry a Aqaba.
Silvia y Jack cogieron sus
mochilas y le siguieron hacia recepción.
-¡Esto es estupendo!- gritó
Silvia mientras miraba a su alrededor.
Estaban en un campamento a
orillas del golfo de Aqaba, formado por cabañas.
-¿Aquí es donde nos
alojaremos?- preguntó Jack.
-Si. ¿Algún inconveniente?-
respondió Rick mientras esa sonrisa única de depredador volvía a escapaba de sus labios.
-Ninguno campeón- respondió
Jack mientras dejaba las mochilas en la cabaña que les habían asignado.
-Silvia. Si esto te parece
estupendo, espera a ver el cielo esta noche- le dijo al pasar junto a ella.
Había sido un largo
viaje hasta aquí. Silvia se duchó y se cambió de ropa acorde al lugar en el que
se encontraba. Sus pantalones de camuflaje se ajustaban a su cuerpo como un
guante y la camiseta de tirantes no dejaba indiferente a nadie. Jack le acercó
una chaqueta que depositó suavemente sobre sus hombros.
-Las noches aquí son
frescas. Así estarás más cómoda.
-Gracias- le respondió
mientras depositaba un cálido beso en su mejilla- estás pendiente de todo.
-Silvia- llamó Rick a lo
lejos- ya tienes la conexión disponible. Éstas son las claves de la wifi del
hotel. Podrás acceder sin problemas- terminó de explicar mientras le entregaba
un pequeño papel con unos números y unas letras.
-Gracias. Ahora solo me
queda sentarme con el portátil delante.
-Aprovecharé para encargar
algo de cena- contestó Jack mientras se levantaba del suelo donde se había
sentado los últimos minutos junto a Silvia- No te vuelvas loca delante de la
pantalla eh señorita- dijo mientras la revolvía el pelo en un gesto cariñoso.
-Anda. Ve y trae algo de
comer don perfecto- respondió ella mientras Jack se alejaba hacia el
restaurante del campamento.
-Voy a realizar un par de
llamadas. Para comprobar que todo está listo para mañana- comentó Rick mientras
caminaba hacia la cabaña- si necesitas cualquier cosa no dudes en pedirla.
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