domingo, 7 de octubre de 2012

El Secreto del Papiro (Capítulo XII parte I)


El vuelo fue tranquilo. Llegaron al aeropuerto de Egipto tal y como estaba previsto. Rick tenía todo listo para el traslado. Pasarían la noche en un hotel y a la mañana siguiente cruzarían la frontera hacia Jordania. Eso había sido lo fácil. Lo difícil vendría a partir de ahora. Encontrar la siguiente pista en Petra sería como buscar una aguja en un pajar.

-Señorita Cruz. ¿Tiene alguna pista por dónde o que exactamente tenemos que buscar cuando lleguemos a nuestro destino?- preguntó Rick mientras cargaba las mochilas en el jeep que les estaba esperando.
-Puede llamarme Silvia. Y, sinceramente, no. Espero que el pergamino nos ayude con ese punto. Necesitaría una conexión a Internet y un plano de la ciudad para poder estudiarlo.
-Ambas cosas corren de mi cuenta. Y serás Silvia si yo soy Rick. ¿Trato hecho?- contestó mientras volvía a sonreír con con picardía.
-Trato hecho- contestó ella devolviendo una sonrisa tímida a su vez.


A Jack no le gustaba nada el jueguecito que su compañero se traía entre manos. Tendría que hablar con él más tarde y dejar las cosas claras.
  
-Por cierto- interrumpió Rick sus pensamientos- como sólo es una noche, no he querido que Silvia estuviese expuesta de ninguna forma. Dormiremos los tres en la misma habitación- soltó mientras dirigía su mirada a Jack que ya estaba dispuesto a rebatir esa decisión.
-No creo que sea lo más oportuno- contestó él a su vez.
-Está bien Jack. No te preocupes. No pasa nada. Además no creo que pueda pegar ojo esta noche. Tenemos mucho trabajo por delante y quiero conectarme a Internet lo antes posible.

Rick amplió todavía más, si eso era posible, su sonrisa lobuna mientras dirigía la mirada a su posible complicación. Estaba claro que su nuevo compañero tenía otros planes que él se había encargado de estropear.
  
Salieron del recinto aeroportuario dirección nordeste hacia El-Salam. Tenían dos horas de camino por delante hasta llegar al alojamiento que Rick había organizado para pasar la noche.
La carretera bordeaba la reserva natural de Santa Catalina, en la península del Sinaí.

-¿Has estado alguna vez en Egipto Silvia?- preguntó Rick mientras conducía el jeep.

-Si. Una vez. Pero no en esta zona- respondió ella.
-Pues está usted pasando junto al parque natural que contiene los picos más altos de este país, así como algunas de las formaciones de roca más antiguas del mundo- prosiguió explicándole al ver el interés que ella mostraba.

Jack, que viajaba en la parte trasera del automóvil, empezaba a revolverse de manera incómoda. No le gustaba nada la forma en que el amigo del profesor miraba a Silvia.

-Ya hemos llegado- anunció Rick- mañana a primera hora cogeremos el ferry a Aqaba.

Silvia y Jack cogieron sus mochilas y le siguieron hacia recepción.

-¡Esto es estupendo!- gritó Silvia mientras miraba a su alrededor.

Estaban en un campamento a orillas del golfo de Aqaba, formado por cabañas.

-¿Aquí es donde nos alojaremos?- preguntó Jack.
-Si. ¿Algún inconveniente?- respondió Rick mientras esa sonrisa única de depredador volvía a escapaba de sus labios.
-Ninguno campeón- respondió Jack mientras dejaba las mochilas en la cabaña que les habían asignado.
-Silvia. Si esto te parece estupendo, espera a ver el cielo esta noche- le dijo al pasar junto a ella.
 Había sido un largo viaje hasta aquí. Silvia se duchó y se cambió de ropa acorde al lugar en el que se encontraba. Sus pantalones de camuflaje se ajustaban a su cuerpo como un guante y la camiseta de tirantes no dejaba indiferente a nadie. Jack le acercó una chaqueta que depositó suavemente sobre sus hombros.

-Las noches aquí son frescas. Así estarás más cómoda.
-Gracias- le respondió mientras depositaba un cálido beso en su mejilla- estás pendiente de todo.

-Silvia- llamó Rick a lo lejos- ya tienes la conexión disponible. Éstas son las claves de la wifi del hotel. Podrás acceder sin problemas- terminó de explicar mientras le entregaba un pequeño papel con unos números y unas letras.
-Gracias. Ahora solo me queda sentarme con el portátil delante.
-Aprovecharé para encargar algo de cena- contestó Jack mientras se levantaba del suelo donde se había sentado los últimos minutos junto a Silvia- No te vuelvas loca delante de la pantalla eh señorita- dijo mientras la revolvía el pelo en un gesto cariñoso.
-Anda. Ve y trae algo de comer don perfecto- respondió ella mientras Jack se alejaba hacia el restaurante del campamento.

-Voy a realizar un par de llamadas. Para comprobar que todo está listo para mañana- comentó Rick mientras caminaba hacia la cabaña- si necesitas cualquier cosa no dudes en pedirla.

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