lunes, 27 de febrero de 2012

El Secreto del Papiro Parte 3

-¿Señorita Cruz?- preguntó un joven con el uniforme de una de las mensajerías de la ciudad.
-Si.
-Este paquete es para usted, si es tan amable de firmar la entrega.

Silvia firmó los documentos y le dio las gracias al mensajero. No esperaba nada por lo que le sorprendió recibir un paquete y más a esas horas.
Se sentó de nuevo en el sofá y abrió el sobre que lo acompañaba. Las lágrimas volvieron de nuevo a sus ojos al descubrir la escritura de su amiga.

“Querida Silvia,
Si recibes esto es señal que algo me ha sucedido. Se que últimamente no he sido la gran amiga que tú te merecías pero cuando veas lo que contiene el paquete que ahora te envío me entenderás.
Sólo quiero pedirte una última cosa, no dejes que caiga en las manos equivocadas, es de vital importancia. Alguien lo persigue y si llegase a caer en sus manos, no se que podría suceder.
Por favor se fuerte, por mi, te necesito más que nunca. Debes llevar su contenido al profesor Adam, él te ayudará.
Silvia, esté donde esté siempre estaremos juntas.
Tu amiga,
Lis.”

Con lágrimas en los ojos desató el cordón que cubría el pequeño paquete y lo abrió.

Silvia no entendía nada de lo que aparecía en el pequeño pergamino que su amiga le había hecho llegar. Los símbolos le eran totalmente desconocidos, aunque el dibujo que figuraba al final del texto, una especie de máquina moderna, no parecía corresponderse con la antigüedad del documento.
Sabía que si su amiga había sido asesinada por ello, debía ser demasiado valioso e importante, por lo que, dejando escondido en un pequeño rincón el dolor que sentía por su pérdida, caminó hasta su habitación dispuesta a preparar su maleta y coger el primer avión a Londres.
La dirección del profesor Adam estaba escrita en la carta que Lis había dejado y, pasase lo que pasase, estaba dispuesta a cumplir la última voluntad de su amiga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario