domingo, 29 de julio de 2012

La Marca de Horus (Capítulo 3 parte V)



-Ha sido un placer conocerte Patty.
-Igualmente-contestó ella- y espero que cuides bien de mi amiga- terminó mientras sonreía y se alejaba hacia su coche.
-Lo haré, no lo dudes- se volvió hacia Alex-¿estás lista para dar una vuelta en moto?
-Por supuesto-sonrió mientras cogía el casco que le ofrecía- adoro las motos.- Y sin que le diera tiempo a reaccionar, se colocó el casco y se subió en la CBR que esperaba a ambos.

La noche era cálida con una hermosa luna en cuarto creciente que iluminaba suavemente las calles de la ciudad. El bullicio de la gente se sentía en la piel. Bares, restaurantes, cines, era sábado noche y nadie quería quedarse en casa con este calor.
Un par de turistas desviaban la vista constantemente como buscando algo. ¿Realmente eran turistas? Rick aceleró más y se alejó de aquella parte de la ciudad.


Paró la moto junto a un pequeño restaurante a la entrada del campo de golf Tres Ríos. Se quitó el casco dejando que la luna bañase sus dorados cabellos realzando el contraste con su piel tostada. Extendió la mano hacia Alex esperando que ella hiciese lo mismo y dejase suelta su sedosa y suave melena que le había cautivado.
Ella le entregó el casco con una sonrisa tímida en los labios y Rick se percató del pequeño tatuaje de su muñeca izquierda. Preguntar por él le parecía una buena forma de romper el hielo.
-¿Qué significa?-preguntó inocentemente. Sabía perfectamente lo que era pero deseaba escuchar de nuevo su voz, esa dulce y melodiosa voz que lo envolvía y lo calentaba.
-¿Te gusta? Tengo alguno más-contestó mientras miraba su muñeca y volvía los ojos hacia él- si quieres en la cena te lo cuento
-Me parece estupendo-contestó con una tentadora sonrisa a la que Alex no podía resistir haciendo que todo su cuerpo se derritiese por besar esos labios.-¿Me acompañas?-preguntó mientras extendía el brazo hacia ella.
-Tú eres el que sabe dónde vamos-contestó mientras se agarraba- será un placer.

Juntos entraron en el hall del restaurante donde un maitre esperaba junto a un atril que le hacía la función de mostrador.
-Buenas noches señor-saludó el encargado- les esperábamos. Pasen por aquí.
Alex se quedó gratamente impresionada al pasar a la sala contigua. Pequeñas mesas se repartían por el salón iluminado por cálidos farolitos que emitían el resplandor de cientos de velas. Llegaron al final del mismo y se sentaron en la acogedora mesita que les ofrecieron.
Grandes ventanales se dispersaban por tres de las paredes divisando el enorme campo de golf que a esas horas resplandecía gracias a las pequeñas lámparas solares, proyectando una luz tan agradable que animaba a pasear por él. Rick siguió la mirada de Alex e intuyó lo que estaba pensando.
-Si te apetece después podremos pasear por él.
-¿En serio?
-Por supuesto.
-Me encantaría.- Una amplia sonrisa invadió sus labios y Rick no pudo evitar la tentación de tocarlos. Llevando el pulgar hasta ellos, los acarició suavemente sin apartar la vista.

Alex sintió una corriente eléctrica que recorrió todo su cuerpo al contacto con él e inconscientemente depositó un suave beso en la punta del dedo.
El camarero llegó para preguntarles que deseaban cenar y rompió ese pequeño momento mágico.
-¿Tomo nota señores?-preguntó sin percatarse de la situación.
Rick retiró su mano y miró duramente al joven que esperaba con la libreta en la mano. Si fuera por él estaría ahora mismo chamuscado por una inmensa bola de fuego, pero no era momento para ello y se conformó con pedir una botella de vino y la carta.
Alex sonrió ante la expresión ceñuda de su acompañante pero no dijo nada al respecto. Echó un vistazo a las sugerencias y pidió una ensalada de brotes de lechuga con cherrys, bacon, nueces y cebolla frita. Rick pidió solomillo al roquefort e ignoró al camarero.

-Bueno señorita, estoy deseando saber todo de ti- comentó con una gran sonrisa mientras servía un poco de vino en ambas copas.
-¿De mi?-Alex se sonrojó al levantar la vista y encontrarse con su turbadora mirada. ¿Cómo decirle que llevaba casi una eternidad soñando con esos ojos? Pensaría que estaba loca o algo parecido- ¿Y qué quieres saber exactamente?
Volvió a coger su mano sin apartar la vista de los ojos de Alex.
-Como te he dicho, quiero saberlo TODO.

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